jueves, 8 de julio de 2010

PASIVIDAD


Vengo de pegar cuatro gritos en la Toyota. La cuestión es que me quejo de que el coche que me han vendido consume un 50% más de lo que indica el catálogo. Ellos me argumentan que lo del catálogo nunca se cumple y que en todas las marcas ocurre igual.
Es decir, que el fraude hay que asumirlo y que, además, es generalizado.


Por otro lado, me han robado una cartera con el carnet de conducir. Después de la más que amable colaboración de los funcionarios de la DGT me he hecho con el carnet transitorio, con un expediente con mi historial y, por si fuera poco, me he sacado el carnet internacional. Mi problema es que, para retirar el coche que he alquilado la semana que viene, tengo que presentar el carnet y cuando llamo a Hertz para argumentar que, según la DGT y la legislación vigente, el carnet provisional tiene exactamente la misma validez que el original, me dicen que “ya sabemos que la ley dice eso, pero el coche no se lo entregamos”.
Es decir, que se la suda lo que diga la ley

Lo que me planteo es cómo hemos llegado a esta sociedad fofa que se deja pisotear impunemente y, cuando toca estar en el otro lado, en lugar de intentar cambiar las cosas, participa del mismo cinismo sin reparos.
Hay que poner reclamaciones, hay que hacerlo para cambiar las cosas y, si no, no tenemos derecho a protestar por como están las cosas. Empecemos por una reclamación en un restaurante, sigamos con compañías más grandes y, quizás, el día de mañana les podamos trasladar a los políticos que las cosas no nos dan igual, que no nos dejamos tratar injustamente. Tal vez así cambiemos la sociedad actual por una más competitiva, más avanzada y más solidaria.

Por mi parte, la semana que viene me personaré en Hertz para retirar mi coche acompañado de la guardia civil y pondré la correspondiente denuncia…


Seguiré informando