viernes, 24 de febrero de 2012

HABLAR EN 3 DIMENSIONES


Hay gente que habla en 3D. Me encanta. Podría pasarme el día escuchándolos. Se trata de personas que, en cada palabra, transmiten un contenido más allá de la definición lineal de la palabra. Es como en la famosa escena de Ratatouille. Las palabras te transportan a un universo de significados acompañados de olas de emociones, recuerdos y percepciones.

Recreaba James Webb Young –A technique for producing ideas, 1960- a ese tipo que, leyendo el diccionario, decía que no conseguía coger el hilo de la historia sin darse cuenta de que lo que estaba leyendo era una compilación de historias cortas.
Cada palabra es un mundo en sí.
Y es que cuando escuchamos en 3D, sencillamente escuchamos más cosas porque activamos más sentidos, activamos la memoria y también activamos el sistema límbico, que regula el impacto de las emociones.
Un amigo de mi padre le decía el otro día que “la vida no puede alargarse, pero puede ensancharse”. Es una frase fantástica. Sin duda está emitida en 3D.
Una forma de ensanchar la vida es hablar y pensar más intensamente, con más riqueza, escuchando cada palabra como si fuese nueva y única y vivirla en su multiplicidad de significados. Esto hay que fomentarlo. Hacerlo más frecuentemente. Entrenarlo.

Desde hace años, tengo la costumbre de charlar una vez a la semana con alguna persona estimulante. Conversaciones a veces agotadoras pero que te abren vías de reflexión maravillosas y que, sin duda, te hacen la vida mucho más ancha.
.
.
.