viernes, 2 de agosto de 2013

FUERA DE CATEGORIA


¿Cuantos contactos tiene usted en su agenda? ¿1.000? ¿2.000? ¿3.000?
Antes un contacto era una persona a la que, si le pedías algo, más o menos te hacía caso. Ahora es una persona de la que has apuntado su número de teléfono o su email. En la categoría de contacto entra desde un antiguo compañero de trabajo con el que ya no hablas hasta el teléfono de la peluquería.
Digamos que el término “contacto” se ha devaluado y se ha convertido en un genérico para algo mucho más amplio.

Lo mismo sucede con los “amigos”, como los de facebook. Se puede decir que llamamos amigo a cualquier cosa. De hecho, los categorizamos: amigos del trabajo, amigos del fútbol, personales –como si ser amigo no fuese algo personal siempre-, los de toda la vida, etc… También están los amigos íntimos. He visto fiestas “solo para los íntimos” de 200 personas. Dunbar establece que 150 es el tamaño máximo de un grupo con el que tenemos capacidad para relacionarnos, el tamaño máximo de una red social off-line.

A ver, es imposible tener un nivel de intimidad con tanta gente, al menos como yo entiendo intimidad. Defino intimidad como la relación en la que tu registro es único con esa persona, cuando la empatía es tan fuerte que condiciona tu conducta y la suya, cuando tienes un nivel de “outrospection” –introspección en el otro-, cuando realmente la otra persona te hace focalizar tu consciente y pensar profundo.
A eso lo solía llamar "amistad", pero el término se ha devaluado y yo no soy quién para poner trabas a la evolución del lenguaje.

Es por ello que decido abrir un segmento “hors categorie” en la que están aquellas personas que son especiales para mi, aquellas con las que tengo una intimidad como la que he definido anteriormente. Pero es que además se produce un efecto de reciprocidad, porque para esa gente yo también soy trascendente, para ellos soy importante en sus vidas. Esta es la no-categoría que me importa.

Efectivamente.
Me niego a no ser especial.
Es ambicioso, pretencioso, irreal, egoísta,...
Lo se. Pero me niego igual.
Ser especial se ha convertido en mi alimento, en mi motivación, en mi inspiración, en la energía que me hace ser mejor
Quiero decir que, como en El Principito, me reservo mi tiempo, mi interés, mi entusiasmo, mi preocupación y mi pasión para la gente que me considere especial y a la que yo considere especial.
Los demás están muy bien, entiendanme, no los desprecio pero son simple atrezzo para la gente con la que voy a sacar lo mejor de mi
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Gracias a Antonio Gallo por la viñeta