Existen dos connotaciones en el agradecimiento. Y no me refiero al agradecimiento por un regalo, me refiero también al agradecimiento por un favor, o por un esfuerzo, o por lo que sea
El primer componente es el espontáneo. Agradecemos las cosas porque satisfacen una necesidad que tenemos y nos generan una sensación positiva desde una posición mas bien egocéntrica. Lo llamo espontáneo porque es un impulso natural, instintivo y quizás por ello es el mas común, siendo el eje del proceso.
El segundo esta en desuso. Se trata del componente empático. Es el agradecimiento provocado por el ejercicio de ponerse en el lugar del otro y valorar el esfuerzo, la dedicación, el compromiso, la motivación o el riesgo que ha puesto la otra persona en el proceso.
Hoy en día, este agradecimiento es residual, capitalizado en casi su totalidad por jovencitos enamoradizos cargados de hormonas en ebullición
Planteo que deberíamos de entrenar esa percepción empática porque estoy seguro de que teminaría haciéndonos cambiar nuestra política de petición de favores e incluso nos haría darnos cuenta de que hay cosas que, aunque las consideremos algo normal e incluso un derecho, en realidad son un favor.
PD. Otra reflexión sobre la empatía es la que haría sobre los favores en los que no se tiene en cuenta lo que necesita el otro sino que están hechos por el lucimiento personal que podemos obtener haciéndolos. Lo necesite la otra persona o no.