viernes, 28 de junio de 2013

HABLANDO CON HONESTIDAD


Las palabras mutan y evolucionan su significado de tal forma que la definición académica, la acepción social y la interpretación personal no siempre coinciden
Ya le di una vuelta a la diferencia entre simple y fácil o a mi interpretación de lo positivo o de la pasión. Esta vez le toca a la sinceridad y/o la honestidad

"Te hablo con sinceridad". Cuantas veces escuchamos esto. Y normalmente es cierto, porque el tipo suele estar diciéndonos la verdad.
A ver.
Es la verdad porque lo que dice es lo que siente en ese momento y no aplica artificios para engañarnos deliberadamente en el mensaje.
Pero el termino deliberadamente esta puesto deliberadamente. Quiero decir que la sinceridad implica que lo que estoy diciendo se ajusta a lo que pienso de una forma espontánea. Sin embargo, muchas veces articulamos mecanismos para escondernos la verdad a nosotros mismos. A veces verbalizamos cosas para ocultar lo que de verdad pensamos pero es demasiado frustrante como para encararlo crudamente. ¿Cuantas veces hemos dicho que no queríamos algo cuando, en el fondo, lo estábamos deseando? ¿Cuantas veces hemos dicho que estábamos bien ante un problema cuando en realidad estábamos destrozados? ¿Nunca habéis construido una realidad que molaba mas que la realidad?
Yo, cada día

Defino, por tanto, que para mi la sinceridad es el acto de no mentir y honestidad es el hecho de buscar la verdad

Hay gente que no esta preparada para ser honesta porque sus miedos, inseguridades y traumas crean una barrera permanente con la verdad. Yo me suelo alejar de ellos y no porque lo hagan con mala intención, sino porque es muy difícil entender por qué hacen las cosas tan alejadas de su discurso
Tampoco es posible ser honesto las veinticuatro horas de día, necesitamos engañarnos un poco para lograr objetivos o para manejar ciertas situaciones. Pero sí es posible encontrar gente con la que tener conversaciones honestas, conversaciones en las que se profundiza en la realidad de las cosas y se habla sinceramente desde la honestidad.
Es con esta gente con la que quiero pasar mi tiempo porque con sus por qués me ayudan a entenderlos y enriquecen mi vida
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lunes, 3 de junio de 2013

YAYOI KUSAMA

Yayoi Kusama es una artista japonesa que ha colaborado con Louis Vouitton realizando una línea estética que aplica a productos, escaparates, etc… Su obra se caracteriza por lo psicodélico, el pop-art y especialmente por el uso compulsivo de topos, de lunares de colores. Pero lo que más llama la atención es que Yayoi Kusama vive desde 1973 internada en un psiquiátrico.


La reflexión a la que me lleva está relacionada con la importancia de la obsesión en el proceso creativo. Para crear, para obtener nuevas combinaciones de viejos elementos –como decía James Young Webb-, es necesario estar obsesionado, ponerle pasión, volcar toda tu energía, buscarle las vueltas al asunto hasta encontrar algo distinto, que genere emociones o utilidades y que sea notorio. Sin la obsesión, el proceso no es posible.

Hay otra cosa que llama la atención en Yayoi Kusama, y es que es feliz. Ella no está a disgusto en el psiquiátrico, todo lo contrario. Vive encerrada con su arte, entregada a su proceso creativo y abandonada a sus obsesiones particulares. Lo que para muchos sería una cárcel, para ella es un ecosistema de creación.

Pues bien, yo declaro que; 
En mi naturaleza está el tener la sensación de estar creando permanentemente. Creando proyectos, cosas, conceptos, ideas,… lo que sea. Si no tengo la sensación de que lo que estoy haciendo en este momento construye sobre algo, sencillamente, se me quitan las ganas. Lo necesito. En el momento en que las cosas dejan de crecer, dejo de regarlas y cambio de proyecto. No se mirar atrás, no se poner velocidad de crucero, no se acomodarme. Lo siento, no se.

Por eso, que no me pidan que haga las cosas a medias. Que no me pidan que me conforme con menos. Que no me pidan que me ponga cómodo y disfrute del paisaje, para eso hay otros que lo hacen muy bien. Que no me digan que es agotador, porque lo es ¿y qué?. Que no me digan que no puede durar mucho, porque así es, pero yo no pienso disfrutar con menos intensidad. Eso si, que no me digan que no es más divertido y excitante…

Efectivamente, soy preso de mi compulsión creadora, pero lo que tengo claro es que me hace una persona feliz, casi tanto como Yayoi Kusama

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