Nunca nadie dijo eso de que “la excepción confirma la
regla”. Realmente se dijo que “la excepción pone a prueba la regla” pero la
expresión se fue prostituyendo y alguien hizo que acabase significando lo
contrario de lo que pretendía originalmente. Que se yo, sería algún político o
algún publicitario…
Sin embargo, con el tiempo, se están dando unas
circunstancias que me llevan a pensar que podría decirse que “la excepción se
ha convertido en la regla”.
Hoy en día, el mundo es complicado y las cosas, aunque se
repitan, nunca son exactamente lo mismo. La segunda vez es diferente por el
mero hecho de serlo y no ser la tercera o la cuarta. Las cosas no se replican
de forma científica porque cada vez intervienen más variables en las decisiones
y en lo que hacemos.
En el terreno del trabajo o de la vida ya no podemos tener
reglas, tenemos que tratar cada situación como nueva, como única, como diferente.
Por otro lado, según creces profesionalmente, dejas de hacer un trabajo para gestionar a gente y creo que según creces personalmente también vas perdiendo interés por lo material y ampliándolo por lo que te ofrecen las personas. El problema es que “la vida es fácil, lo complicado
somos las personas”.
Consideremos entonces que cada persona es distinta y debemos de tratarla como tal. Por lo tanto, no debemos engañarnos pensando que hay recetas
para relacionarte igual con grupos homogéneos de gente, ya sean amigos,
compañeros de trabajo o familia. Debemos de considerar a cada persona como
única porque ellos se sienten así y sería un desprecio no percibir los matices
que tiene cada uno y que les hace realmente especiales.
Una vez me dijo una amiga que no le hacía sentir especial
porque yo tenía una relación especial con todo el mundo. No cuestiono que pueda suceder lo segundo, pero creo que es algo que no podemos evitar si queremos
tener auténticos amigos. Ahora, lo primero no es cierto y el hecho de que ese comentario hecho hace tiempo me inspire a escribir hoy, lo desdice.
Por lo tanto; si. Tengamos una relación diferente y especial
con cada una de las personas que conocemos y nuestra vida será más rica, más completa.
De alguna forma, la excepción se acabará convirtiendo en la
regla
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