Señores políticos, ser honrado es de pringaos.
Al menos es lo que me transmiten cada día los de los sobres,
los de los EREs y los populistas pluriempleados.
Los veo discutiendo sobre si un modelo es bueno o malo, sin darse cuenta de que son ustedes los que los hacen todos malos con su inmoralidad.
Los veo discutiendo sobre si un modelo es bueno o malo, sin darse cuenta de que son ustedes los que los hacen todos malos con su inmoralidad.
Pero también me lo transmiten los jueces con moral política, los supervisores
vendidos a los intereses del poder económico, los banqueros avariciosos, los
medios de comunicación abaratados en lo económico y lo moral y los
sindicalistas de consejo de administración.
No acaba ahí, también los auditores por encargo, los
asesores serviles, los consultores vendehumos, los vendedores inmorales, los
compradores sin IVA, los gourmets de cuenta corporativa, los trepas, los
quejicas…
Señores políticos, no me expliquen lo que pasa, ya lo veo
yo.
Veo a los que “cogen” la baja, como si fuese una opción.
Piensan que la baja la paga la empresa esa a la que tanto odian. Pues no, tu
baja la pago yo. A ver cuanto tardamos en verbalizar el “derecho a coger la
baja”. La baja no la coges, te la dan.
Veo a profesores –algunos- que se indignan por tener que
hacer un test para evaluar su nivel. Entiéndanme, en mi empresa yo evalúo y soy
evaluado. Es la única forma de mejorar, y tenemos mucho que mejorar.
Presumimos de solidarios, pero seguimos aparcando en
inválidos.
Vivimos por encima de nuestras posibilidades y, cuando ya no
podemos más, le exigimos al moderado que comparta lo que tanto le ha costado
construir.
Miramos tanto la responsabilidad de los demás que se nos
olvida la propia.
Así con todo.
Considero ser honrado el esforzarte cada día con la
intención de contribuir a una sociedad mejor, sin perjudicar ni aprovecharte de
nadie y respetando las normas comunes. Todo ello respetando la diversidad y la
libertad.
Pues mi elección es intentar ser honrado aunque también implique ser un pringado.
Por ello, queridos políticos, seguid ahí, como hienas
masacrándoos por manejar el dinero de mis impuestos pero ni se os ocurra subir
a un atril pagado con el sufrimiento y la libertad de gente honrada -de aquí o de Venezuela-, a darme
lecciones de moral.
Porque la moral es una responsabilidad individual, incluidos ustedes
Porque la moral es una responsabilidad individual, incluidos ustedes
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