domingo, 2 de octubre de 2011

EL DISCURSO


La palabra "discurso" ha adquirido una connotación de inconsistencia, como si la palabra "vacío" fuese adherida inconscientemente.
Parece como si un discurso fuese un ideal, pero que no tuviese que ser aplicado necesariamente en la realidad. Y creo que eso es lo que ha pasado.
De esta forma veo a amigos criticando a los futbolistas del Madrid porque no le echan coraje y bajando los brazos ante la primera adversidad en los partidos de los domingos
Veo también a gente clamando por la solidaridad y saltándose las colas o aparcando en doble fila por ahorrarse un paseo de 10 metros
Me aburren los de "es que los sociatas son unos vagos" pero se quejan de que la empresa no nos de puente, o de los sociatas que utilizan influencias para que les atiendan los mejores médicos
Y los capitalistas de salón que no aprecian el esfuerzo de la empresa por mantener su puesto de trabajo
Que me decís de los de "que cerda es la gente" que tiran los papeles y las colillas por la ventanilla del coche o en el parque donde juegan los niños
Mención especial para los que vienen de una familia con educación y que no son capaces de recoger la mierda del perro
Cuando escucho a alguien empezar con "yo soy de los que nunca...", simplemente le doy tiempo

Deberíamos de hablar menos hacia afuera y más hacia adentro y ser un poco más críticos con nosotros mismos.
En definitiva, deberíamos de tener menos convicciones, pero más firmes.


.